jueves, 8 de enero de 2009
La paciencia de la materia
Miro como castiga el tiempo los deseos
- hoy ya débil su brillo se ciega -
semejantes a estrellas en combustión
agostadas en latidos menores
pausada ya la sangre torrente
ahora sólo fuente entre luces y sombras
de amaneceres y crepúsculos serenos
en los que se adormecen en dilución
los anhelos que fueron impacientes lidias
hacia un más allá que nunca acababa,
un horizonte y otro sobre la esfera
en giro sublime pisando flores y aliagas
ilusionado en perpetua emoción
tras la novedad de un sol enigma.
Amanece otoño junto al ciprés
sin el delirio de las enloquecidas pupilas
ausente descubro la paciencia de la materia.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Es un lujo poder disfrutar del paso del tiempo con la serenidad suficiente, es lo que tiene hacerse mayor (que no viejo) las cosas que te hacían correr ahora ves como te adelantan, lo mejor es que muchas veces te hacen sonreír, siempre pienso "¿a dónde irán con tanta prisa?", en fin bonito y sereno, ya te lo comenté por otros lares, que me gusta repetirme. Besos.
ResponderEliminarPara qué redefinir lo dicho? Te adelantan y no generan mucho interés, los deseos vehementes ahora quizá sean sensaciones placenteras sin determinar su posesión. El gozo siempre se queda un rato cuando llega. Me alegra verte aquí Montse.
ResponderEliminarQué bien escribes, Ángel. Tu estilo es elegante y sereno y procura mucho placer estético recorrer tus letras.
ResponderEliminarHa sido muy agradable pasarme por aquí.
Felicitaciones
Un abrazo
Ana
Ana... qué decirte! Es tan elogiosa tu nota que...
ResponderEliminaren fin, me alegran mucho tus visitas. Es realmente placentero poder compartir letras y sensaciones contigo.
Gracias y un abrazo con afecto.